OHL: guerra sucia en México
Artículos, 11 de abril de 2016
La decisión de la Comisión Nacional de Banca y Valores de México (CNBV) de exonerar a OHL México de cualquier fraude en la formulación de sus cuentas, aceptando la forma de contabilizar el sistema de rentabilidad, garantizada en la explotación de sus concesiones de autopistas en México, aunque no anula la sombra de corrupción sobre la empresa de Villar Mir que fue “pillada” como consecuencia de unas grabaciones telefónicas interceptadas en las que un alto representante de la filial de OHL negociaba el pago de unas vacaciones con cargo a la empresa española para un funcionario del gobierno del Estado de México, a raíz de que la empresa española ejecutase un sobrecoste en dos de sus obras en México, sí ha tenido la virtualidad de destapar parte de supuesta una trama que ha generado una fortísima crisis de reputación corporativa, que ha afectado durante casi dos años a la filial mexicana de la constructora que preside el octogenario empresario.
¿Qué ha ocurrido para que durante casi todo el año 2015 las cuentas de OHL México hayan estado bajo la lupa del regulador bursátil mexicano? ¿Por qué ahora las autoridades mexicanas asumen la duda de si esas rentabilidades garantizadas son activo financiero o activo intangible?
El entorno de Villar Mir se ha puesto en movimiento, dispuesto a desenmascarar lo que en OHL se considera una conspiración en toda regla y han decidido destapar al que consideran auténtico responsable de la trama que ha traído en jaque a la filial de la constructora española: Pedro Topete Vargas.
Un empresario mexicano con contactos políticos al más alto nivel, especializado en hacer negocios con concesiones administrativas en la gestión de infraestructuras y con fama de experto en el manejo de todos los procedimientos necesarios para convencer a los funcionarios pertinentes de que actúen a su favor. Su apoyo político más evidente es José Ángel Gurría, actual secretario general de la OCDE desde 2006; miembro destacado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde dirige una de sus ramas ideológicas; uno de los personajes públicos más relevantes de México en la esfera internacional y soporte político e institucional del actual presidente, Peña Nieto.
En el año 2012, Topete crea la sociedad Infraiber y a los tres meses consigue la concesión para instalar en las autovías de peaje del estado de México, toda la zona metropolitana que rodea a la capital federal, el denominado Sistema Independiente de Verificación de Aforo (SIVA), mecanismo que servía para medir el tráfico de vehículos y supervisar así a las concesionarias de las autopistas. El coste del servicio era de 50 centavos por cada vehículo que utilizase esas carreteras durante veinte años. Un negocio que le iba a reportar más de 120 millones de euros durante todo el periodo de la concesión. OHL se negó a implantar el SIVA en sus autopistas por considerar desorbitado el precio del servicio, estimado en no más de 13 centavos.
La incapacidad técnica de Infraiber para desarrollar plenamente el sistema y la denuncia de este sobreprecio, llevaron a las autoridades del estado de México a revocar la concesión a Topete, dedicando éste todo 2013 y parte del 2014 a pleitear con el estado de México para que le restituyeran la concesión. Pleiteó también contra OHL México, aunque no obtuvo resultado alguno. En agosto de 2014 se presentó en Madrid con la intención de que OHL le comprara el SIVA por 300 millones de dólares, propuesta que la empresa española rechazó. Ante esta negativa, según aseguran directivos de OHL, Topete profirió amenazas contra OHL y sus directivos, alegando literalmente que “el que inicia la pelea y rompe, paga”.
Esa amenaza se materializó en mayo de 2015 cuando se difundieron, a través de YouTube, unas conversaciones grabadas en secreto en las que “supuestos” directivos de OHL México planeaban falsear los flujos de tráfico de vehículos para inflar sus tarifas de peaje.
Las investigaciones de la Fiscalía mexicana apuntan a Topete como impulsor de la distribución de estas supuestas conversaciones, ya que buscaba demostrar que sin control externo alguno, sin su SIVA, los directivos de OHL México manipulaban los tráficos y encarecían los peajes. Dejaba así en ridículo, de una tacada, al estado de México que le quitó la concesión y se cargaban la reputación de OHL, a la que considera culpable de que su negocio se fuera al traste.
La Fiscalía de México registró las oficinas de Topete en busca de documentación inculpatoria. Díaz Gargori, socio y abogado de Topete fue detenido por agentes de la Fiscalía, en relación con la publicación de todas estas supuestas conversaciones. La detención provocó la salida del país de Topete que se instaló en Brasil, desde donde aguarda el desenlace de los acontecimientos protegido por las leyes anti extradición de este país.
En OHL se mantiene que, tras la difusión de las conversaciones de supuestos directivos de OHL México, Topete se dedicó a divulgar denuncias e informaciones falsas sobre la realidad de las cuentas de la empresa, asegurando que estaban falseadas y no mostraban la realidad financiera de su actividad. Toda una campaña de extorsión contra OHL México a la que el peso político de Topete ha dado visos de credibilidad en esferas gubernamentales mexicanas y ha desencadenado todo el proceso de revisión de su contabilidad en el último año.
Esas denuncias y acusaciones son las que ahora ha dejado sin fundamento el regulador bursátil mexicano, al exonerar a OHL México de cualquier fraude en la formulación de sus cuentas, aplicando sólo sanciones administrativas por incorrecciones en los procedimientos.
Topete parece ser empresario acostumbrado a vivir peligrosamente, como lo demuestra el que haya sido imputado recientemente por fraude en la adjudicación de la autopista Rio de los Remedios-Ecatepec por falsedad en los documentos presentados. También está implicado en irregularidades en la concesión de la autopista Naucalpan-Ecatepec o en la concesión del ferrocarril Chiapas-Mayab, comprada a través de la empresa Viabilis Holding a la empresa norteamericana Genesse&Wyoming de forma calificada de irregular.