Las aerolíneas no toleran broncas de la ministra Pastor
Artículos, 22 de julio de 2016
A la ministra Pastor, ahora de Fomento y antes de Sanidad y siempre amiga por encima de todas las cosas de Rajoy, se le acumulan los problemas con el sector aéreo y no parece tener claro la forma de abordarlos y así las cosas, la grieta entre compañías aéreas y ministra se agiganta, sin que la política acierte a consensuar soluciones en lugar de imponer las duras formas que la han hecho famosa.
Mientras que la Audiencia Nacional abría una investigación para determinar si directivos de Aena contribuyeron a ocultar infracciones de aerolíneas por el incumplimiento de la programación de slots, la ministra cosechaba un sonoro fracaso cuando convocó a todas las aerolíneas para darles un tirón de orejas y exigirles medidas excepcionales para evitar colapsos en los vuelos durante el verano, al socaire de la desastrosa programación veraniega de Vueling.
La convocatoria de la reunión del 11 de julio en la sede del Ministerio se saldaba con un sonoro fracaso, aun antes de iniciarse, ya que no acudió ni uno de los presidentes, mientras que Pastor se rodeó de su plana mayor, Secretario de Estado de Infraestructuras y Secretaria General de Transportes.
Era la forma de decirle a la titular del Ministerio que las compañías aéreas no estabas dispuestas a tolerar ningún rapapolvo y que su iniciativa de ponerse al frente del malestar entre los usuarios e intentar impulsar y capitalizar un estado de indignación general contra las aerolíneas, no les estaba sentando precisamente bien.
Los representantes de las compañías dejaron bien claro a la ministra y su equipo que no existía ninguna situación de caos en el tráfico aéreo; que los problemas se limitaban a la operativa de Vueling, que había sufrido hasta catorce días de huelga de controladores en cielos franceses, por donde pasa el 80% de sus vuelos; que no iban a tolerar dudas o sospechas sobre su capacidad para hacer programaciones de vuelos ajustadas a la realidad del mercado; que operaban con absoluta responsabilidad y que estaría bien que se eliminasen las trabas, algunas absurdas, que todavía ralentizan las operaciones en los aeropuertos. Algo tan sencillo como suprimir la comprobación de identidades en los embarques eliminaría demoras de cinco minutos en cada vuelo, por ejemplo.
Los representantes de las compañías pidieron a Fomento medidas preventivas para dotar de suficiente personal al sistema de control de tráfico, cuyos responsables ya han anunciado problemas en las próximas semanas.
El malestar de la ministra ante el plantón de los máximos dirigentes de las compañías quedó patente en su negativa a comentar los resultados de la reunión en público, tarea que delegó en el Secretario de Estado, Gómez Pomar. La nota de prensa oficial publicada por Fomento para dar cuenta de la reunión también evidenciaba ese malestar, al no citar ninguna de las compañías asistentes.