El mercado del acero cae a plomo

Artículos, 14 de mayo de 2016

El material estructural más usado en la construcción y en sectores industriales como el automotriz, el naviero, el militar o el de la alimentación, está atravesando una crisis con pocos precedentes en su historia, como consecuencia de la sobreproducción de China fomentada mediante subvenciones, lo que ha llevado a celebrar una cumbre siderúrgica en Bruselas, convocada por la OCDE, con el objetivo de reducir la sobrecapacidad en la industria, acuerdo que no fue posible, según algunas fuentes, al no estar dispuesta China a reducir la producción, ni las exportaciones, las cuales aumentaron un 30% en marzo (hasta 9,98 millones de toneladas, aunque alcanzó su récord en septiembre de 2015 con 11,25 millones), a pesar de las medidas antidumping que ya aplican algunos países.

Aunque ciertas informaciones apuntan a que las autoridades chinas se habrían comprometido con la Organización Mundial del Comercio a eliminar subvenciones a la exportación en varios sectores entre los que se encontraría el acero, la falta de acuerdo en la Cumbre de Bruselas mantendría la sobrecapacidad existente en el sector y que es el principal causante de sus problemas, a la vez que impide que el precio del acero se estabilice o rebote: En la actualidad, en el mercado de Londres la tonelada se paga a 90 dólares, cuando en septiembre de 2015 se pagaba a 490 o en junio de 2008 su precio se situaba en los 1.240 dólares.

Las cifras manejadas no dejan de reflejar una preocupante ralentización de la demanda la cual, a su vez, se debe a la pérdida de impulso del ciclo global, que ha llevado a un grado de utilización de la capacidad productiva en 2015 del 67,5% cuando un año antes era del 70,9%.

Así las cosas, lo que resulta evidente es que el sector atraviesa una crisis de sobrecapacidad y que no hay demanda suficiente como para consumir este acero, mientras la OCDE advierte que lo peor que pueden hacer los gobiernos es mantener artificialmente activa la actual capacidad de producción o la introducción o endurecimiento de medidas proteccionistas o antidumping, como las que ya existen en Europa, a productos procedentes de China y Taiwán o las anunciadas por EEUU.

Ante esta situación, algunas informaciones empiezan a manejar la hipótesis de conversaciones entre productores como ThyssenKrupp, ArcelorMittal, Tata Steel o Saltzgitter para una posible fusión de sus negocios en Europa.

Fuente: Tendencias del Dinero