Cuando los economistas mediáticos se suben al púlpito
Artículos, 16 de julio de 2016
Que un político adecúe la realidad a sus intereses y que éstos primen sobre la verdad es algo a lo que los ciudadanos están acostumbrados y tienen asumido. Que un periodista confunda su razón de ser y juegue a propagandista es grave aunque, cada vez más, el televidente, oyente o lector los tiene ordenadamente clasificados y ya se han convertido en parte de espectáculo en el peor sentido del término. Que un economista, amparándose en un supuesto conocimiento y credibilidad que le han llevado a convertirse en analista de cabecera de “influyentes” medios escritos y audiovisuales, aproveche su presencia en los medios para crear alarmismo es, cuanto menos, obsceno.
El caso de un economista que descubrió en su momento que su razón de ser no era el ser analista de una sociedad de valores, sino trabajar como tertuliano/gurú en numerosos medios de comunicación como Onda Cero, la SER, laSexta, Cuatro, Cinco Días o El País, viene a demostrar qué puede dar de sí un profesional de la economía, en espera de destino cuando el PSOE llegue al poder, y que lo mismo le arrea a Podemos que al PP o proclama a los cuatro vientos presuntas previsiones que suelen fallar más que una carabina de ferias. La última conocida y reseñada fue anunciar ante las cámaras de televisión que la prima de riesgo de España podría alcanzar la cota de los 350 puntos básicos como consecuencia del Brexit. Sin comentarios.
Pero lo sorprendente de todo ello es que el economista-gurú, mediático por antonomasia y fiel seguidor de Rodriguez Zapatero, pese a que tiene como diana de sus diatribas al partido gobernante, no oculta sus fobias por Podemos, sobre quien vierte parte de sus ácidas y no siempre precisas críticas y previsiones, y con ello ha conseguido que los dos partidos, tan distintos como distantes, coincidan en dejar patente sus discrepancias con el economista-gurú.
Y como internet lo pone fácil, alguna organización simpatizante del partido de Pablo Iglesias no ha tenido inconveniente en recordar sus frecuentes “meteduras de pata”: “la probabilidad de ver una caída significativa del precio de la vivienda está próxima a cero” (2006); “hay que contrarrestar el mito de la burbuja inmobiliaria en España” (2007); “España no tiene una burbuja inmobiliaria ni un déficit por cuenta corriente insostenible” (2007); “nuestra burbuja ya ha pinchado, la demanda de viviendas ya está repuntando, los precios están próximos al suelo” (2007); “se demoniza a las cajas, pero algunos de sus gestores podrían dar clases de gestión bancaria en Londres” (2007); “el crecimiento económico de España será del 3,5% entre 2008 y 2010” (2007); “estamos creciendo, por eso leo con tristeza en medios especializados la palabra “recesión” asociada a España” (2008); “los datos de afiliaciones a la Seguridad Social confirman el cambio de tendencia” (2009); “comienzan a surtir efecto las bajadas de tipos de interés y los planes de gasto público” (2009); “los datos permiten anticipar que España ha salido de la recesión” (2009); “en 2010 los precios de la vivienda se estabilizarán y subirán lentamente” (2009); “de acuerdo con indicadores adelantados, la recuperación mundial y de España será intensa antes del verano” (2009); “la tasa de paro subirá por encima del 28%” (2013); “Zapatero y MAFO son como hormiguitas que trabajaron todo el verano para abastecerse en el duro invierno” (2009).