corredor de turismo covid19

Es necesario establecer corredores de emergencia para el turismo y salvar la principal locomotora de la economía española

Análisis, 30 de abril de 2020

La actual situación de crisis provocada por el coronavirus nos ha conducido de forma inexorable a una situación de economía de guerra que afecta al conjunto  de España. En los conflictos bélicos es habitual solucionar situaciones excepcionales y puntuales que afectan a todos mediante la apertura de corredores humanitarios que permiten atender escenarios críticos. Ahora puede que haya llegado el momento de establecer este tipo de corredores de emergencia para salvar situaciones excepcionales de nuestro entorno económico y social y el más indicado para ello es el sector turístico. Canarias, Baleares, Comunidad Valenciana o Andalucía, donde el impacto del COVID-19 es menor, son candidatos ideales a convertirse en objetivos de esos corredores de emergencia para reactivar el turismo, la principal la locomotora de la economía en España.

El sector turístico empuja al resto de las sectores y supone el 15% del PIB nacional. A su alrededor hay más de tres millones de empleos. Hay que ser conscientes de que si cae el turismo caemos todos, se estancará el consumo y por ejemplo la industria de la automoción se vera seriamente afectada. Por eso es imperativo ponerse a diseñar actuaciones de emergencia para casos muy concretos y singulares del negocio turístico que aminoren el colapso total que ya es una dramática realidad.

El turismo no es una actividad en la que se pueda almacenar existencias en época de vacas flacas para vender cuando vengan los buenos tiempos. Lo que no se vende ahora se pierde para siempre. También hay que considerar que en el turismo la recuperación no es inmediata a la declaración del final de la pandemia y que habrán de pasar muchos meses para volver a la normalidad. En algunos segmentos del negocio habrá que empezar casi desde cero. Ya se ha perdido la temporada de primavera, Semana Santa incluida, y hay altísimo riesgo de que se pierda la de verano y el resto de la temporada, con consecuencias económicas y sociales catastróficas.

Hay que empezar a pensar en establecer corredores de emergencia que salven algún tipo de segmento, en algunas zonas, colectivo o actividad dentro del negocio turístico y se mitigue en los posible el daño total. Esta es una iniciativa contemplada en el curso de los trabajos del "Grupo de Análisis e opciones para evitar el colapso económico" creado por el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada para debatir opciones de salida a la crisis del coronavirus.

Es una idea en desarrollo, un boceto si se quiere, pero es un campo de análisis que abría que profundizar. Lógicamente, en una situación de alarma sanitaria que conlleva la limitación de movimientos es impensable aplicar este tipo de medidas excepcionales, pero una ver recuperado un amplio margen de normalidad puede que sea necesario recurrir a estas medidas puntuales, señala el análisis del Instituto Coordenadas.

¿Cómo serían estos corredores de emergencia para salvar parte de la actividad turística?. Ha varias opciones, según las exploraciones preliminares del grupo de análisis del Instituto Coordenadas. Una de ellas sería identificar destinos o infraestructuras turísticas, una isla o una zona costera determinada, como las señaladas anteriormente, sobre las que hay certeza de que están fuera de zonas de peligro sanitario, aunque en el resto del sector haya otras cerradas, sobre las que podrían establecerse actuaciones muy focalizadas que permitiesen el tráfico seguro de viajeros. Otra opción sería identificar actividades muy concretas, como algún sector determinado de la hostelería, zonas de turismo rural, con plenas garantías sanitarias, sobre las que podrían diseñarse planes específicos de actuación. Otra opción sería identificar estrategias de promoción para impulsar un segmento concreto, con el establecimiento de tarifas y ofertas muy específicas.

Son ideas a desarrollar pero que tienen como objetivo permitir una paulatina recuperación del sector turístico allí donde sea posible y cuando sea posible, sin poner en peligro el entorno sanitario, sin tener que esperar a una declaración formal de final de hostilidades contra el coronavirus, cuando quizás ya no haya mucho tiempo para actuar con eficiencia. Se trata, según el Instituto Coordenadas, de aprovechar los espacios de tregua que pueda conceder la guerra contra el coronavirus para actuar de forma decidida para evitar el colapso total del negocio turístico.

Jesús Sánchez lambas, Vicepresidente Ejecutivo del Instituto Coordenadas, señala que “se trata de una idea en fase muy inicial, que puede tener un buen desarrollo para atenuar un impacto devastador de la crisis en el turismo. Si cae el turismo caemos todos y hay que ponerse a debatir todas las opciones posibles para eludir esa catástrofe. Es la hora de la colaboración publica-privada”.

SOBRE EL INSTITUTO COORDENADAS DE GOBERNANZA Y ECONOMIA APLICADA

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NOTA DE INTERÉS: La información de este comunicado de prensa es un resumen de interés público proveniente de trabajos de análisis e investigación; de grupos y sesiones de trabajo de expertos y/o producción de artículos científicos del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada. Los documentos originales y completos son de uso interno y de titularidad exclusiva del Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada.