El crédito en España reduce su caída y muestra una irreversible tendencia a mejorar

Análisis, 06 de julio de 2015

El saldo de crédito al sector privado en España continúa cayendo pero a ritmos cada vez más moderados, pasando de un descenso del 7,2 % en febrero del 2014 a un 3,8% en abril de este año.

Esta caída se produce, especialmente, en sociedades no financieras, que todavía se están desapalancando. No obstante, dicho proceso está siendo compatible con una vigorosa reasignación del crédito hacia sectores más dinámicos y productivos.

Las nuevas operaciones de crédito a pymes (importes inferiores a un millón de euros), que venían creciendo desde noviembre del 2013 (1,15%), crecen a tasas del 9% desde el comienzo de este año. Por su parte, las nuevas operaciones de crédito a grandes empresas (importes de más de un millón de euros), que caían hasta febrero de 2015, cambiaron su tendencia desde entonces hasta crecer a tasas del 11,07% en abril. Particularizando por sectores, resulta especialmente llamativo que el crédito a actividades no inmobiliarias haya moderado sus tasas de caída desde el -1,2% al cierre de 2014, hasta el -0,5% en el primer trimestre de 2015. Así, la moderación del saldo de crédito en el sector privado no se debe a una minoración de las amortizaciones, sino a un mayor dinamismo del crédito nuevo.

En lo que respecta a los hogares, se observa que aunque continúa disminuyendo el saldo de crédito (-3,65% interanual), aunque las nuevas operaciones de crédito a vivienda, consumo y otros fines, presentan tasas de variación interanual positivas desde mayo de 2013 en el caso de consumo, y desde mediados del 2014 en vivienda y otros fines. De enero a abril de este año, las nuevas operaciones de crédito han aumentado, respecto al mismo periodo del año anterior a tasas de dos dígitos (15,4% en vivienda, 14,9% en consumo y 31% en otros fines).

La mejor evolución del crédito viene apoyada por diversos factores de oferta y de demanda, entre los que sobresale la finalización del proceso de reestructuración del sector financiero; la recuperación del acceso de financiación a pymes; la política monetaria expansiva llevada a cabo por el BCE; el cada vez más cercano fin a los costes de pasivo como fuente de rentabilidad de las entidades financieras; la mejor percepción de la coyuntura económica y el actual entorno de bajos tipos de interés, o la mejora del mercado inmobiliario en el que el ajuste de demanda, oferta y precios ha llegado a su fin.

Sin embargo, las concesiones de crédito pueden ver limitada su capacidad de crecimiento en el corto plazo como consecuencia del papel que están jugando los recursos propios, préstamos con el exterior y financiación mediante el mercado de deuda. Destaca especialmente el uso de la autofinanciación a través de la acumulación de beneficios que aumentaron un 3,1% del PIB, en promedio anual, entre 2009 y 2014.

Con todos esos componentes, los analistas de referencia consideran que el crédito va a acompañar la recuperación económica, mejorando en los próximos trimestres.

Fuente: Tendencias del Dinero