El crecimiento del PIB a medio plazo, lastrado por retos pendientes

Análisis, 24 de noviembre de 2015

El Instituto Nacional de Estadística (INE) va a publicar la desagregación del PIB del tercer trimestre de 2015, cuyo crecimiento se ha estimado en el 0,8% trimestral (3,2% anualizado). Este registro vuelve a destacar dentro del área del euro, pese a que implique una inflexión con respecto al trimestre anterior.

La composición del crecimiento mostrará una base sólida en la demanda nacional privada, y aunque la demanda exterior neta tenga una contribución negativa, las exportaciones siguen actuando como impulso de la reactivación económica.

Las perspectivas son positivas, aunque haya cierta moderación en el ritmo de crecimiento en próximos trimestres. Así, el incremento del PIB en 2016 se estima en un 2,9% gracias a distintas variables de impulso a corto plazo, que compensarán el impacto de la moderación en el crecimiento mundial, como pueden ser la bajada de los costes de financiación del sector privado, la depreciación del euro, la caída en el precio del petróleo y una política fiscal que tendrá un impacto ligeramente expansivo.

Además, dos variables muestran que el modelo de crecimiento sigue orientándose hacia el exterior, lo cual se considera necesario para que el ciclo expansivo sea duradero. Una es la mejora del superávit exterior; la otra es la reducción de los costes laborales unitarios relativos a los países de nuestro entorno y en particular al de la Eurozona.

Con todo, los analistas de referencia consideran que estos buenos resultados a corto plazo no deben hacer olvidar que existen áreas cuya evolución es importante mejorar, lo que probablemente requiera un nuevo impulso reformista, como son el reducido crecimiento potencial, el elevado paro estructural y juvenil y la alta deuda externa.

Fuente: Tendencias del Dinero