Polonia: entre el autoritarismo y la buena salud económica
Análisis, 31 de enero de 2016
Polonia, la gran potencia del Este para la UE y la principal receptora de fondos comunitarios, ha decidido convertirse en un problema serio para Bruselas hasta el punto de que la Comisión Europea (CE) está dispuesta a reconvenir al nuevo gobierno ultraderechista y nacionalista de Jaroslaw Kaczynski por su dudosa política democrática, a pesar de que la economía polaca da signos envidiables de fortaleza.
En efecto, pese a que Polonia se desenvuelve en un contexto complejo por cuestiones externas, como pueda ser el conflicto de Rusia-Ucrania, la desaceleración de China, la debilidad del zloty, la crisis de refugiados sirios y por sus recientes y controvertidas actuaciones políticas, la economía polaca ofrece un saldo generoso en el que sobresale un crecimiento del PIB del 3,5% interanual, del 2,9% del consumo, del 4% de la inversión, del 3,9% de las importaciones o del 3,1% de las exportaciones.
En resumen, las cifras apoyan el buen momento económico de Polonia y afianzan las buenas perspectivas para el primer trimestre de 2016. El consumo