El comercio mundial cambia su patrón de comportamiento
Artículos, 16 de abril de 2016
El comercio mundial de mercancías, medido en dólares, experimentó una caída del 13,7% en 2015, que supera incluso el repliegue del 11,6% que registró en 2009, el peor año de la Gran Recesión, según los datos del Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis.
Pero, mientras que en 2009 la reducción del comercio mundial se explicó por una contracción de los flujos comerciales en volumen, en 2015 ha sido resultado de un efecto precio, ocasionado tanto por el descenso de los precios de los bienes intercambiados, especialmente relevante en el caso de las materias primas, como por la apreciación generalizada del dólar.
En tanto, el comercio mundial creció un 2,5% el año pasado. Esto es, según las estadísticas en volumen, que permiten formarse una idea más clara de lo que está ocurriendo con los flujos comerciales, el panorama es más positivo de lo que sugieren los datos en dólares. En cualquier caso, lo cierto es que el crecimiento en volumen del comercio mundial se ha ralentizado desde el 6,9% de promedio en los años 1992-2007 hasta un 2,4% en el período 2012- 2015.Embed from Getty Images
Parte de la pérdida de dinamismo del comercio mundial se puede atribuir al menor crecimiento de la economía global, por lo que tendría un carácter coyuntural, sin embargo, la ralentización del comercio mundial tiene también un carácter estructural, esto es, permanente.
Ello explicaría que la elasticidad del comercio con respecto al PIB se haya reducido en los años más recientes, frente a lo que era el patrón habitual en el pasado. Los cambios estructurales que han alterado la relación entre el comercio mundial y el PIB están relacionados con una reversión del proceso de deslocalización geográfica en la cadena de producción, la revolución del petróleo no convencional en Estados Unidos, que ha permitido reducir sus importaciones, el menor ritmo de liberalización comercial en los últimos años y el mayor peso de los servicios en el crecimiento económico.
La existencia de estos cambios estructurales en la relación entre el comercio mundial y el PIB hará que el crecimiento del comercio mundial no sea tan boyante como en el pasado, incluso aunque la economía mundial apuntale su ritmo de avance.