Serias incertidumbres sobre el futuro del sector eléctrico

Análisis, 18 de septiembre de 2015

Ni puertas al campo ni impuestos al sol. Las compañías eléctricas viven momentos convulsos como consecuencia del desarrollo tecnológico, cuyo avance va a repercutir muy negativamente en las actuales estructuras del sector en España, como ya ha ocurrido en otros países desarrollados como EEUU, Japón o Alemania, en donde las empresas eléctricas se han visto obligadas a profundas reconversiones que tenían como objeto su propia supervivencia.

Desde que en diciembre de 2013 se aprobara en España la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico, en donde se incluía un artículo 9 sobre el autoconsumo de energía eléctrica y en el que se contempla que los consumidores sujetos a cualquier modalidad de éste tendrán la obligación de contribuir a los costes y servicios del sistema por la energía autoconsumida, para lo cual estarán obligados a pagar los mismos peajes de acceso a las redes, cargos asociados a los costes del sistema y costes para la provisión de los servicios de respaldo del sistema, la sociedad está dividida entre los que defienden la libertad absoluta para quienes practiquen el “autoconsumo eléctrico” y quienes apoyan el mantenimiento de la actual estructura eléctrica mediante peajes.

El revuelo generado por la Ley no ha sido pequeño en el año y medio transcurrido y los beneficios del autoconsumo en materia de costes y de medio ambiente, unido a la posibilidad de que cupiera la hipótesis de que el “peaje de respaldo” no tuviera suficiente base jurídica y que pudiera ser tumbado por los tribunales de justicia, parecen ser lo suficientemente importantes para que, en pleno proceso electoral, el gobierno se haya decidido a suavizar los recargos que gravarían a los consumidores particulares que decidan instalar paneles fotovoltaicos para su autoconsumo eléctrico y el uso de baterías o sistemas de almacenamiento.

Los expertos consideran que las modificaciones del gobierno no van ser suficientes y que resulta imparable el desarrollo de sistemas de autoconsumo eléctrico en nuestro hogares, comunidades de vecinos y empresas, algo que provoca serios temores en las empresas eléctricas que tienen más claro que nadie que las nuevas tecnologías son un peligro cierto para sus actuales estructuras productivas, lo que crearía serios problemas financieros y económicos que deberían ser, a la postre, asumidos por el gobierno de turno o, lo que es lo mismo, por los contribuyentes.

Post-it

Autoconsumo eléctrico.- La normativa actual que regula el autoconsumo y la afortunada calificación de “impuesto al sol”, así como las amenazas de fortísimas sanciones para quienes no cumplieran con lo establecido, han tenido la virtud de reducir y paralizar los proyectos que se habían puesto en marcha con el desarrollo del sistema de almacenamiento de las baterías Powerwall producidas por Tesla Energy, una filial del fabricante de coches eléctricos de lujo y que está llamado a revolucionar la industria de la energía.

Según su creador, Elon Musk, el nuevo sistema de almacenamiento desarrollado está “destinado a acabar con la factura eléctrica” ya que puede abastecer las demandas de un hogar medio durante una semana con lo que se acabaría con el “el problema más evidente de la energía solar y es que el sol no brilla por la noche”.

Fuente: Tendencias del Dinero