Match Point: el futuro del pádel profesional vive su punto de partido

La participación efectiva en la prueba del Premier Padel Tour de Doha (Qatar) por parte de los jugadores profesionales, con Belasteguin, Galán, Lebron a la cabeza podría suponer, de facto, el incumplimiento de la vinculación contractual de estos con World Padel Tour, a través de la que se comprometían a disputar únicamente las pruebas del circuito WPT. Una condición que aplica en el caso de los 20 primeros jugadores del ránking, pero que también tiene su réplica para los jugadores del puesto 21 en adelante que, contractualmente, se comprometieron a no disputar un torneo diferente durante los siete días previos y posteriores a una prueba WPT. Una situación que ha motivado un cisma que frena en seco el crecimiento exponencial del pádel a nivel global.  

Especialistas multidisciplinares han profundizado en las causas que han llevado al pádel a vivir sus días más oscuros, y los factores que han dinamitado una relación próspera en los últimos años.

De un lado World Padel Tour, el principal circuito profesional del calendario, que disputa su décima temporada, la más internacional de su historia con 27 torneos, 13 de ellos lejos de España (Estados Unidos, Dinamarca, Austria y Holanda, entre otros) y retransmitida en directo en más de 110 países gracias a los acuerdos con DirecTV, Movistar Plus+, o Canal +, entre otros. Un fenómeno que ha impulsado la afición por una disciplina que hoy ya cuenta con más de 94.000 licencias profesionales en España según la Federación Española de Pádel, y ha contribuido activamente al crecimiento de la industria española de este deporte hasta impulsar a empresas como StarVie, Nox, Bullpadel, PadelGalis o Padel Nuestro a crecimientos de triple dígito entre 2016 y 2020. 

Por otro lado, el tour alternativo de pádel mundial, impulsado por la Federación Internacional de Pádel (FIP) con Luigi Carraro a la cabeza, con el respaldo financiero e ideológico de Qatar Sports Investment, entidad presidida por Nasser Al-Khelaïfi,  presidente del Paris Saint-Germain. Bajo el nombre de Premier Padel, el nuevo circuito tiene en su hoja de ruta de 2022 y 2023 celebrar al menos 10 torneos cada uno de los años y Doha (Qatar) es el primer evento de categoría 1 del tour, que tendrá lugar del 28 de marzo al 2 de abril.

Por último, y más importante, los jugadores profesionales que en octubre de 2021 crearon una nueva organización denominada PPA (Asociación de Jugadores Profesionales de Pádel) para “dotar al gremio profesional de una mayor capacidad y trascendencia tanto a nivel jurídico como económico de forma similar a como sucede en otros deportes”, que está respaldada por el fondo de capital privado Qatar Sports Investment, socio de la FIP. Una asociación con una estructura y estatutos que permanecen en incógnito, pero que cuenta en su junta directiva con nombres como Alejandro Galán (presidente), Pablo Lima (vicepresidente), Francisco Navarro (secretario), Maximiliano Sánchez (tesorero) y Fernando Belasteguín, Miguel Semmler y José Carlos Gaspar (vocales).

El Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada ha abordado en el debate los principales causantes que han llevado al padel a esta situación crítica provocando un auténtico cisma:

• “La tentación de los petrodólares de Oriente Medio”: Los expertos del Instituto Coordenadas coinciden en el aspecto más disruptivo procede del capital procedente de Oriente Medio. El mundo del deporte ha visto en repetidas ocasiones cómo el capital privado, generalmente procedente de Oriente Medio, desembarcaba en clubes, competiciones u organizaciones a petición de algún jeque, fuera de contexto y un pobre bagaje histórico-deportivo.

  El Socio de la Federación Internacional de Pádel, Qatar Sports Investments (QSI) es una organización de capital cerrado fundada en 2005, con sede en Doha y dependiente de Qatar Investment Authority (QIA), el Fondo Soberano de Inversión de Qatar, especializado en inversión local e internacional. Los registros crecientes de popularidad del pádel llamaron la atención de QSI, que en 2021 decide a convertir al pádel en su próximo objetivo y se alía con Luigi Carraro, presidente de la FIP para la creación de un nuevo circuito paralelo al World Padel Tour. Un movimiento que suponía una confrontación directa con WPT y que recuerda al vivido recientemente en el golf.

  En este caso, Arabia Saudí inyectaba 265 millones de euros en diez años a LIV Golf Investments, para poner en marcha un nuevo circuito profesional, focalizado en Asia, que compitiera con el legendario PGA Tour, principal circuito de golf profesional masculino y el más importante del mundo. El golfista español Jon Rahm, resolvía a este respecto diciendo: “No juego por el dinero, que es la única razón para ir allí”.

• “Los débiles valores de los jugadores”: Los jugadores profesionales de pádel firmaban con World Padel Tour en 2019 un contrato que permitía consolidar sólidas relaciones a largo plazo entre ambos. Un contrato que sentaba las bases de esa colaboración, con un interés conjunto, que establecía derechos y responsabilidades recíprocas. World Padel Tour se comprometía a seguir invirtiendo en el circuito a fin de incrementar visibilidad, ampliar torneos e incrementar premios y los jugadores se comprometían a seguir compitiendo en WPT hasta 2023, en exclusividad o en fechas clave, en función de su posición en el ranking.

  Hoy World Padel Tour destaca por haber impulsado la expansión global del deporte maximizando la visibilidad de los jugadores a nivel internacional, contribuyendo al beneficio de estos en patrocinios y equipación. Por su parte, los jugadores han contribuido a catapultar el producto WPT a uno de los productos deportivos de mayor calidad y espectáculo gracias a su talento en la pista. Una relación próspera que los jugadores parecen querer terminar de manera unilateral al entender que el contrato que firmaron en 2019 supone un “abuso de posición dominante” por parte de WPT.

  La irrupción de Qatar Sports Investments y sus millones ha hecho tambalear las convicciones de la mayoría de los jugadores top del torneo que no han dudado en culpar a WPT de su situación actual a cambio de aceptar el millonario proyecto que está dispuesto a poner Qatar encima de la mesa. Muchos de ellos tienen previsto llegar hasta el final y participar en el primer torneo de Premier Padel en Doha conscientes del daño que esto puede suponer a WPT, a las 40 familias que trabajan en el circuito, y sabedores de que QSI asumirá las sanciones que se deriven del incumplimiento contractual con WPT, en un gesto que deja al descubierto que la prioridad es más económica que deportiva.

• "Un ritmo atropellado de gestión del conflicto": ¿A qué viene tanta prisa? Es la pregunta que planteaban los expertos del Instituto Coordenadas. Apenas ha pasado un año desde que la Federación Internacional de Padel y World Padel Tour visibilizaron su excelente relación en un encuentro en Madrid y su voluntad de “seguir colaborando para situar el pádel entre los deportes más importantes”, según palabras de Luigi Carraro.

  Los analistas coinciden en plantear que una conclusión del actual marco contractual con WPT hubiera sido clave para aliviar la tensión, respetando los acuerdos previos. Por el contrario, el socio de la FIP, Qatar Sports Investment, ha lanzado su órdago a dos años de que termine el contrato de los jugadores con WPT y ha llevado a los jugadores a tomar decisiones controvertidas como la confrontación con WPT.

Potenciar los encuentros entre los diferentes actores de la industria para buscar soluciones dialogadas y consensuadas al conflicto debe ser la única vía del entendimiento para poner fin al conflicto del pádel profesional. Encuentros que tengan como pilar clave de discusión el crecimiento del deporte y que se aparten de los intereses de fondos privados. Mientras tanto, la respuesta de los jugadores se presume vital para evitar un conflicto legal  que no haría otra cosa más que perjudicar a una industria en crecimiento de la que dependen cientos de familias.

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