El Corte Inglés se alivia con cargo a Qatar

Análisis, 22 de julio de 2015

En una operación cuya gestación ha durado más de lo que inicialmente se pensaba y que ha tenido a la parte vendedora en un profundo estado de estrés por la incertidumbre que ha rodeado la operación, el Corte Inglés ha conseguido colocar el 10% de su capital -1.000 millones de euros- al jeque catarí Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani, ex primer ministro del emirato y miembros de la familia real. Con esta operación, el grupo de distribución español conseguirá reducir en un tercio su abultada deuda y analistas y acreedores han conseguido poner precio al grupo, aunque la entrada de capital le suponga a éste salir a bolsa, algo que debería ocurrir en los próximos tres años. El Barça y El Corte Inglés unidos por un mismo inversor real.

Lejos de lo que algunos medios de comunicación han anunciado a sus lectores, relacionando la entrada de capital del inversor de Qatar con la futura internacionalización de los grandes almacenes, fuentes conocedoras de la operación se ajustan más a la realidad y colocan la operación en un movimiento que tiene como objetivo reducir la fuerte deuda que tiene la compañía y que se sitúa en el entorno de los 3.500 millones de euros.

Otra cuestión que tiene entretenidos a unos y a otros gira en torno el valor del grupo y que, a tenor de lo que va a desembolsar el inversor árabe, se sitúa en los 10.000 millones de euros. El asunto ha suscitado desde siempre una cierta controversia que de forma recurrente trata de buscar respuesta con cierta periodicidad.

La última fue en 2008 con motivo de la demanda de los sobrinos del fundador, Ramón, María Jesús y María Rosario Areces Fuentes, contra El Corte Inglés en la que solicitaban vender una parte de la participación del 0,68% que poseía cada uno en el capital de la empresa por un valor de 40,6 millones de euros. La sentencia les obligó a ejecutar la venta de su participación en el plazo de un mes por un importe de 16,5 millones de euros, precio establecido por el valor teórico contable que la compañía pagaba en la compraventa de acciones a sus directivos dentro de su política de incentivos.

En esa ocasión, el juez desestimó las valoraciones presentadas por los demandantes y realizadas por Pablo Fernández y José Manuel Campa y por Mazars, quienes valoraron la cadena entre los 14.275 millones de euros, los primeros, y una horquilla de entre 14.711 y 16.419 millones, la auditora.

Si nos retrotraemos a diciembre de 2006, en un análisis elaborado por McKinsey para el Financial Times sobre las 150 mayores compañías del mundo al margen de las bolsas, El Corte Inglés aparecía con un teórico valor en bolsa de 10.000 millones de euros.

Post-it

La mejor manera para conocer el valor de una sociedad es que cotice en bolsa. Si el mercado funciona, una empresa, como cualquier otro bien en la sociedad capitalista, vale lo que alguien está dispuesto a pagar por él. Cuando no se trata de una cotizada, ponerle precio a una compañía a la hora de querer venderla, o comprarla, no suele ser una tarea sencilla. Superado el viejo principio que hacía pensar que el valor de una empresa se medía, principalmente, por el de sus activos físicos, muchas veces surge de comparaciones con otras compañías similares del sector, otras de su valor en libros, en ocasiones del uso de una metodología basada en su valor presente neto o flujo de fondos descontado y siempre teniendo en cuenta el cash flow, el management, el nivel de endeudamiento o su posición financiera.

Fuente: Tendencias del Dinero