Ni los analistas creen en la solución de Abengoa

Análisis, 18 de febrero de 2016

Aunque la aprobación del plan de viabilidad de Abengoa por su Consejo de Administración, elaborado por la consultora Alvarez & Marsal, que no Marshall como algún periódico ha publicado, hizo concebir alguna esperanza de que se podía estar en la senda correcta, a medida que pasan los días el globo tiende a desinflarse y la que fuera primera y gran multinacional andaluza trata, por diferentes vías y con escaso éxito, de salvar el mayor concurso de acreedores conocido en España.

Aunque la hoja de ruta diseñada por la consultora trata de cumplirse, la mayoría de los analistas han dictado sentencia y aconsejan vender, por considerar que, pese a todos los esfuerzos, la incertidumbre es todavía demasiado elevada y se considera la inversión en Abengoa como de elevado riesgo y de carácter especulativo, en las circunstancias actuales.

El plan de viabilidad de Abengoa contempla negociar con sus acreedores una restructuración de su deuda corporativa desde 8.900 millones (la deuda total consolidada supera los 20.000 millones) hasta los 3.000/4.000 millones, mediante quitas y capitalización. En paralelo, ajustes salariales y ventas de activos por un valor cercano a los 1.500millones de euros.

Aunque Abengoa cuenta de plazo hasta el 28 de marzo para alcanzar un acuerdo con los acreedores, bancos y bonistas, éstos no parecen entusiasmados con las propuestas de la sociedad, salvo la que apunta a un redimensionamiento de la compañía. Así, los primeros contactos de presentación del plan financiero han arrojado unos resultados poco satisfactorios, ya que ni siquiera, según los medios, Abengoa entregó el documento a los principales bancos acreedores -Santander, CaixaBank, Bankia, Popular, Sabadell, HSBC y Crédit Agricole- y al representante de los bonistas, Houlihan Lokey.

Por lo demás, quitas, capitalización y refinanciación de deuda son asuntos que tienen una difícil solución, que no todos están dispuestos a abordar, a la vista del complejo horizonte de la compañía española y en ello coinciden bancos y fondos de inversión “pillados” en las aventuras expansionistas de los Benjumea.

Fuente: Tendencias del Dinero