La banca que viene: recuperar la rentabilidad con tipos bajos

Artículos, 30 de abril de 2016

El sector financiero ha sido uno de los más golpeados durante el turbulento inicio de año en los mercados de renta variable. La caída en el precio de los acciones de las compañías del sector ha sufrido una depreciación cercana al 15% en lo que va de año, más del doble de las experimentadas por el Ibex 35, que se deja, al día de hoy algo más de un 6%.

El deterioro de los márgenes debido a las políticas expansivas llevadas a cabo por los bancos centrales, el incremento de la competencia a través de los servicios del sector financiero, que aprovechan las tecnologías más modernas para crear productos innovadores, los medios digitales y la asimilación del volumen total de créditos fallidos, se han erigido como grandes amenazas para el sector. A todo ello se une la exposición a países emergentes y las crecientes dudas sobre la solvencia de la banca italiana.
Al día de hoy, el gran debate que ocupa y preocupa fundamentalmente a la industria bancaria gira en torno al impacto en la rentabilidad de los bancos del largo periodo de bajos –negativos– tipos de interés, resultado de las políticas monetarias no convencionales adoptadas en Europa por el BCE.

En un reciente informe del FMI, en el que se reconoce la escasa evidencia histórica que puede generar el actual proceso, sí que se enfatiza que mientras los tipos bajos reducen la carga financiera de empresas y familias y elevan los precios de los activos financieros, pueden tener efectos colaterales negativos para los bancos al comprimir su margen de intereses, una de sus principales fuentes de ingresos, teniendo en cuenta que el impacto de los tipos variará de unos sistemas financieros o de unos bancos a otros, en función del ritmo de repreciación de sus carteras de préstamos, depósitos y otras fuentes de financiación; del peso del margen neto de intereses en sus resultados, y de la capacidad de generar ingresos por otras vías.

Frente a esta nueva situación, los bancos tienen, fundamentalmente, cuatro vías para influir en sus ingresos y disminuir la reducción de sus márgenes de intereses:

  • Repreciación del pasivo: la bajada de tipos impacta de forma positiva a través del descenso de los costes de financiación mayorista. Sin embargo, el descenso de los costes de financiación mediante depósitos encuentra su suelo en el 0%. Así, los bancos con una estructura de pasivo en la que pesen relativamente más los depósitos sufrirán un impacto negativo mayor, de la misma manera que los bancos en los que en su base de depósitos pesen más los depósitos a la vista, también se verán más negativamente afectados, ya que los tipos aplicados a este tipo de depósitos suelen estar más cerca del 0%. Según los datos del FMI, Alemania, Italia, Portugal y España serían los países más vulnerables en este ámbito, debido al mayor peso de los depósitos en su pasivo.
  • Repreciación del activo: los efectos negativos sobre la rentabilidad también tenderán a ser mayores en aquellos bancos cuya cartera de préstamos tienda a repreciarse más rápidamente. Según el Fondo, el tipo de interés medio aplicado a los préstamos en los bancos italianos, portugueses y españoles muestra una sensibilidad mayor a los cambios en los tipos de interés de referencia. Así, las carteras de préstamos de los bancos en estos países tenderán a ajustarse más rápidamente a los menores tipos de referencia y por tanto a dar rendimientos más bajos. Esto sería debido a la mayor presencia de hipotecas a tipo de interés variable, a carteras de préstamos a menores plazos y a la mayor competencia entre bancos.
  • Margen neto de intereses y estructura de beneficios: el nivel de rentabilidad de partida y el peso del margen de intereses en los resultados también son clave. Alemania, Italia y Japón se encontrarían en una situación más vulnerable debido a sus menores niveles de rentabilidad. Por otro lado, debido al mayor peso del margen de intereses en sus resultados, los bancos europeos en general se ven más negativamente afectados ante el descenso de tipos y dentro de ellos Alemania y Portugal serían los más perjudicados, ya que su menor nivel de beneficios amplifica el impacto del descenso del margen de intereses.
  • Capacidad para generar otros ingresos: las dos vías alternativas principales para hacerlo son incrementando el volumen de negocio y las comisiones. Según el Fondo, es poco probable que los bancos europeos puedan compensar la caída de márgenes con un aumento del volumen de préstamos en un entorno de crecimiento bajo y presiones regulatorias para ampliar el capital.

Habría, eso sí, margen para elevarlos ingresos por comisiones ya que los bancos europeos solo ingresan entre la mitad y 3/4 partes de lo que ingresan sus competidores americanos por este concepto.

Fuente: Tendencias del Dinero