¡Adios, Rousseff, adiós!
Artículos, 10 de septiembre de 2016
Tal y como marcaba el guión, el Senado brasileño ha aprobado la destitución de Dilma Rousseff, por 61 votos a favor y 20 en contra, excediendo así la mayoría requerida de 2/3 del Senado. Michel Temer asume así, de forma definitiva, la Presidencia de Brasil, con mandato hasta finales de 2018 (las elecciones son en octubre de 2018 y el nuevo gobierno asumirá el mandato el 1 de enero de 2019).
Tras resolverse el impeachment, el principal foco de atención de los inversores sobre la primera económica sudamericana se centra en los desafíos más inmediatos del país que son la consolidación de las finanzas públicas y la moderación de la inflación.
Para el primero de ellos, las dos principales iniciativas planteadas por el gobierno son una reforma constitucional, que introduce un techo al aumento del gasto público en términos reales y una potencial reforma de la seguridad social, para hacer sostenible el sistema de pensiones.
Para contener la inflación, reforzar el papel del banco central como garante de la estabilidad de precios es crucial y para ello se está mejorando su transparencia informativa, con la intención de que las decisiones sobre los tipos de interés oficiales sean bien entendidas y promuevan la convergencia de las expectativas de inflación hacia el objetivo.
La recuperación de la economía tardará algún tiempo más en llegar, pero las primeras señales de un cierto cambio de tendencia empiezan ya a aparecer y de ello dan cuenta los índices de confianza de familias y empresas que acumulan varios meses de mejora desde mayo, coincidiendo con las señales de cambios en la gestión política, y el PIB del segundo trimestre (-0,6% trimestral y -3,8% interanual), aunque inferior al -0,4% esperado, refuerza las proyecciones de estabilidad en el tercero y un ligero crecimiento en cuarto, al venir acompañado del primer aumento trimestral de la inversión ( 0,4%) tras diez trimestres de caída consecutiva.