Confianza, un activo que Pedro Sánchez no puede ignorar en sus negociaciones

Análisis, 09 de febrero de 2016

El encargo de Felipe VI al líder socialista, Sánchez, de que intente formar gobierno, está generando todo tipo de hipótesis sobre posibles negociaciones y acuerdos que, en ningún caso, resultan neutros debido a que, al menos, en economía todo tiene sus correspondientes repercusiones, en la medida en que la formación de un gobierno afecta, en primer lugar, a la confianza y ésta es un pilar fundamental en la evolución de la economía de un país.

Así lo ha empezado a detectar la demoscopia del CIS, al poner de manifiesto que la confianza del consumidor cayó 8,3 puntos el pasado mes de enero en relación al mes anterior, hasta situarse en 99,1 puntos, arrastrada por el “fuerte” retroceso de las expectativas y por la peor valoración de la situación actual. En concreto, el indicador de expectativas retrocedió 13,9 puntos el pasado mes de enero, hasta 119,6 puntos, mientras que el indicador de situación actual cayó 2,8 puntos y se situó en 95,2 puntos.

Desde siempre, la confianza ha sido uno de los pilares sobre los que se ha asentado tanto la empresa como la economía y la “pasada” crisis económica