¿Solo Volkswagen?

Análisis, 29 de septiembre de 2015

El sector del automóvil es posiblemente el más competitivo de cuantos conforman el panorama industrial del planeta tierra y el gran sueño de todos y cada uno de cuantos conforman ese entramado es conseguir la cuadratura del círculo o el duro a cuatro pesetas: conseguir un coche potente que sea respetuoso con el medio ambiente y las exigentes reglas que lo regulan. Volkswagen creyó haberlo conseguido mediante la manipulación del software de once millones de sus vehículos diesel para así́ cumplir la regulación medioambiental americana.

Hizo trampas y la han pillado, lo que le ha supuesto al fabricante alemán de los coches del pueblo (Volkswagen) que en solo dos jornadas perdiera más de un 35% de su cotización, hacer frente a una multa que podría alcanzar, en el peor de los casos, los 16.000 millones de euros (22% capitalización) aunque algunos hablan de 25.000 millones, a su improbable desaparición y, desde luego, a un serio problema de reputación que va a repercutir en su futuro. La fiabilidad alemana, por los suelos.

El asunto que supera el puntual suceso y que demuestra, entre otras cosas, lo avanzado de la tecnología informática, es hasta qué punto el resto de la competencia mundial mantuvo silencio ante el avance arrollador del fabricante alemán, en tanto en cuanto son varios los analistas que sostienen que los grandes del motor estaban al cabo de la calle de la trampa y el engaño de la empresa participada por el gobierno de la Baja Sajonia, Porche y el omnipresente fondo soberano de Qatar y que ha sido la complicidad lo que ha hecho que el asunto no trascendiera hasta ahora porque el que más o el que menos casi todos tienen algo que callar.

Desde que se descubriera el fraude, el masivo engaño de la empresa alemana, todo el que tiene algo que decir en el asunto, ha salido ante la opinión pública demandando comités de investigación, cumplimiento de las normativas nacionales e internacionales y todo tipo de exigencias para tratar de resolver el mayúsculo escándalo creado por el mayor fabricante de automóviles de Europa y el tercer mayor fabricante de automóviles del mundo con 45 fábricas en 20 países. Sin embargo, son muchos los que entienden que el sector a nivel mundial funciona como un cártel con todo lo que ello significa.

Post-it

Una referencia. Lazarillo de Tormes. Novela española anónima cuyas ediciones conocidas más antiguas datan de 1554.

Pasaje:

Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox, al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un racimo dellas en limosna. Acordó de hacer un banquete, así por no poderlo llevar como por contentarme: que aquel día me había dado muchos rodillazos y golpes. Sentámonos en una valladar y dijo:

-Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad,y es que ambos comamos deste racimo de uvas y que hayas de él tanta parte como yo. Partirlo hemos de esta manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal que me prometas no tomar cada vez más de una uva. Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no habrá engaño.

Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a tomar de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura no me contenté ir a la par con él; más aún pasaba adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las comía. Acabado el racimo, sostuvo un poco el escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo:

-Lázaro: engañado me has. Juraré yo a Dios que has comido las uvas de tres a tres.

-No comí -dije yo-; más, ¿por qué sospecháis eso?

Respondió el sagacísimo ciego:

-¿Sabes en qué veo que las comiste de tres a tres?

-En que comía yo dos a dos y callabas.

Fuente: Tendencias del Dinero