Mientras el empleo crece, los ingresos de la Seguridad Social hacen agua

Análisis, 29 de julio de 2015

Los espectaculares datos arrojados por la última Encuesta de Población Activa (EPA) que fija en 17.866.500 el número de ocupados en España sobre una población activa que supera los 23 millones, no permite un desmedido optimismo en tanto en cuanto el aumento interanual de la población ocupada en 513.500 personas, no lleva aparejado una mejora similar en los ingresos de la Seguridad Social, que contaba a finales de junio, con un número medio de afiliados al sistema de 17.256.395 para el total del mismo, lo que supone una variación interanual de 571.400 trabajadores.

En ese escenario, los datos de junio, tanto de la afiliación como de los desempleados inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), empeoraron, produciéndose un leve descenso en los afiliados a la Seguridad Social y se frenó la caída de número de parados.

Aunque el gobierno no reconoce que el aumento de la afiliación no genera más cotizaciones, lo cierto es que el Sistema de la Seguridad Social se enfrenta a un problema de calidad contributiva como consecuencia de que los que se incorporan al mercado laboral, incluidos los parados que han dejado de recibir la prestación, lo hacen en unas condiciones de precariedad y de devaluación salarial que no facilita la estabilidad de la cotización e ingresos regulares. De igual manera, los autónomos, cuyo número ha crecido de forma exponencial, cotizan a la baja, conscientes de que el futuro de sus aportaciones están en el aire.

Sea como sea, la realidad apunta a que el Sistema está sujeto a una profunda transformación y ello queda patente cuando se recurre a la serie histórica que indica que si 320.000 afiliados en 2010 aportaban 1.900 millones de ingresos, en 2014 sólo generaron 300. El PSOE culpa del desfase a la tarifa plana vigente. Así las cosas, la Seguridad Social registró un déficit histórico de 15.006 millones de euros en 2014 (excluyendo Fogasa e Inem), equivalente al 1,42% del PIB.

Los expertos apuntan a que la mejora de los ingresos de la Seguridad Social -la Seguridad Social ha recaudado en el primer trimestre 1.003 millones más que en mismo periodo de 2014- no se corresponde con las expectativas del Ejecutivo y que el déficit del sistema puede desviarse del 0,6% previsto para 2015.

En este año, el Ejecutivo tiene previsto un incremento de las cotizaciones del orden de los 7.000 millones de euros, en parte empujado por el buen comportamiento del mercado de trabajo, en parte impulsado por una serie de medidas destinadas a reforzar la recaudación. Sin embargo, a la vista de las cifras no parece viable que en 2015 la Seguridad Social logre recaudar los 7.000 millones más por cotizaciones.

Fuente: Tendencias del Dinero