¿Cuánto tiempo puede aguantar una empresa sin dirección?

Análisis, 29 de marzo de 2016

El 29 de marzo, día en que se celebra la onomástica de Raimundo Lulio, Jonás, Cirilo, Segundo y Eustaquio, España cumple cien días con un gobierno en funciones, sin que nada ni nadie aparezca en el horizonte con expectativas de que el proceso iniciado el 20 de diciembre de 2015 se modifique en el corto plazo, lo cual hace que sean cada vez más numerosas las voces que se pregunten cuánto tiempo puede estar un país con un gobierno sin sus funciones plenas.

Hoy, España, la cuarta economía de la Eurozona, se ha convertido en un problema más a los que se enfrenta la Unión Europea y todo indica que puede correr el riesgo cierto experimentado por Italia, no hace muchos años, en donde los gobiernos se sucedían sin solución de continuidad, en un ejercicio de inestabilidad indeseable que no solo consiguió perjudicar la imagen del país transalpino, sino también a su economía, en un ejemplo claro y determinante de la imposibilidad de que los partidos que tenían que gobernar Italia apenas podían gobernarse a sí mismos.

Hoy, España está próxima a iniciar una etapa cuyo destino resulta poco conocido y todo apunta a que ningún gobierno puede aspirar a tener éxito sin un acuerdo previo entre PP y PSOE algo que, hoy por hoy, resulta inconcebible en un momento en el que los intereses nacionales han quedado supeditados a una confrontación entre políticos que, en ningún caso, tiene visos de de asegurar la gobernabilidad en España, ni éstos se ven acuciados por la urgencia ni parecen ser conscientes de que los remedios que necesita el país son más lentos que los males que le aquejan. A diferencia de Italia, en el horizonte no aparece figura de prestigio alguna que haga concebir esperanza de una pronta resolución del problema.

La cuestión es que España forma parte de un club exigente y que desde ese club se vienen reiterando los llamamientos para que la profunda crisis política por la que atraviesa el país se resuelva y en ello han coincidido en las últimas semanas el presidente de la Comisión Europea, Juncker; el comisario de Asuntos Económicos, Moscovici y el presidente del Eurogrupo, Dijsselbloem. Los tres tienen prisa y son consientes de que la inestabilidad en España perjudica a la Unión Europea y de que España necesita un gobierno para que emprenda los necesarios cambios presupuestarios exigidos por la Comisión y aborde los ajustes pendientes en su economía, algo para lo que se determinó un fecha como referencia: la primavera de este año.

Fuente: Tendencias del Dinero