El Yuan ya es la quinta moneda en sustentar los derechos especiales de giro

Análisis, 12 de diciembre de 2015

El último día de noviembre, el FMI anunciaba la decisión de incluir a la moneda china -yuan o renminbi (RMB)- en la cesta de monedas que sustenta los derechos especiales de giro (DEG), establecidos en 1969 por el Fondo como activo de reserva internacional para complementar las reservas de sus miembros. Actualmente los DEG representan el 2,5% de las reservas mundiales, algo más de 10 billones de dólares. La inclusión del RMB será efectiva a partir del 1 de octubre de 2016.

En la nueva cesta, el RMB tiene un peso del 10,92%, en tercer lugar después del dólar (41,73%) y el euro (30,93%), pero por delante de la libra esterlina (8,09%) y del yen japonés (8,33%). De acuerdo con la nueva fórmula, el peso de las monedas se basan en el valor de las exportaciones de los emisores, el monto de las reservas denominadas en las respectivas monedas que están en manos de otras autoridades monetarias, la rotación de las divisas, la suma de los pasivos bancarios internacionales pendientes y los títulos de deuda internacionales expresados en las respectivas monedas. La composición de la cesta se revisa por el FMI cada cinco años, o antes si las circunstancias lo justifican, a fin de que los DEG reflejen la importancia relativa de cada moneda en los sistemas comerciales y financieros mundiales.

Las razones de la inclusión del Yuan en los DEG se basan en la importancia de la economía china (la segunda del mundo), especialmente por ser uno de los países más exportadores del mundo, y por ello, el uso del yuan se ha incrementado sustancialmente en los pagos internacionales. También es un respaldo al gobierno chino por sus avances en la transparencia sobre sus reservas, que superan los 3,5 billones de dólares.

Pese a todos los apuntes favorables, la moneda china no cumple con todos los requisitos que debería para ser una moneda de reserva o moneda de libre uso internacional, como, por ejemplo el que la cuenta de capital china no está totalmente liberalizada, por lo que los bancos centrales internacionales no tendrán el incentivo de usarla como moneda de reserva, ya que no parece muy líquida en caso de emergencia o por el hecho de que las autoridades no respetan totalmente la libre fluctuación del RMB.

Estar en los DEG no revertirá la tendencia de depreciación del RMB (empujado por la desaceleración económica persistente, los flujos de salida de capitales y la inminente subida de los tipos de interés de EEUU). El RMB podrá, a corto plazo, apreciarse dado que al ser moneda del DEG los bancos ajustarán sus reservas demandando renminbis, pero será temporal y de corto alcance por su peso dentro de la cesta.

A largo plazo, los analistas de referencia consideran que es muy recomendable ser moneda de reserva, ya que a medida que avance el envejecimiento de la población, y vaya cayendo la tasa de ahorro, se necesitará ahorro externo. Sin embargo, China será, por mucho tiempo, exportador neto de capitales ya que acumula activos en el resto del mundo muy por encima de sus pasivos externos.

Quizá, habría sido mejor para China consolidar la reforma financiera interna y externa antes de convertirse en una moneda DEG, para asegurarse el interés de los inversores como una verdadera moneda de reserva.

Post-it

Los Derechos Especiales de Giro (DEG), creados por el FMI en 1968, constituyen un activo de reserva internacional asignado a los países miembros del Fondo como complemento de sus reservas internacionales. Son además una especie de moneda internacional, no vinculada a país alguno, para las transacciones entre ellos y con el propio Fondo, constituyendo también una unidad de cuenta de este organismo.

Fuente: Tendencias del Dinero