El gobierno recurre a un cambalache para cumplir con el compromiso del déficit

Artículos, 19 de julio de 2016

El gobierno español ha presentado ante la Comisión Europea las medidas que está dispuesto a adoptar, una vez que deje de estar en funciones, para cumplir con la exigencia comunitaria en relación al déficit público y cuya medida estrella es el incremento del tipo a aplicar en los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades, con lo que se espera recaudar 6.000 millones de euros y que supone reconocer el fracaso del nuevo modelo, al volver a la anterior periodificación que fuera ya modificada en 2012.

Así las cosas, la oferta del ministro de Guindos deberá esperar a que esté constituido un nuevo gobierno, ya que la modificación del Impuesto de Sociedades debe hacerse por Ley. Será el momento de conocer el posicionamiento, ante este cambio, de los distintos grupos parlamentarios, debiendo tener en cuenta que cuando este mismo cambalache fue propuesto por el gobierno del PSOE en 2011, Cristóbal Montoro se despachó diciendo que “el anticipo del Impuesto de Sociedades no es promover reformas tributarias, sino cambiar el calendario, falsear la realidad”.

Hoy, los mismos argumentos cambian de lugar y portavoces del PSOE han criticado la decisión del gobierno, al considerarlo una subida encubierta de impuestos, algo en lo que coinciden diversos analistas y observadores críticos con el gobierno del PP, que han calificado la medida de “enjuague fiscal” o de intento forzado de sortear la multa de Bruselas.

Pero a quienes la medida les ha causado más preocupación han sido a las organizaciones empresariales que apuntan a que la decisión supondrá una menor y peor financiación para las empresas afectadas, que verán modificadas sus “cajas” lo que puede tener repercusiones, al forzar a las empresas a replantearse inversiones previstas.

Las empresas, que ven que van a terminar resolviendo el problema al gobierno, se quejan, a través del presidente de la CEOE, de que ya el sector privado adelanta liquidez al sector público, que sigue siendo un distinguido moroso que debe fuertes sumas a las empresas proveedoras.

A pocas semanas de que los Presupuestos Generales del Estado para 2017 terminen de elaborarse, son muchos los analistas que comprueban cómo pasan los años sin que el gobierno profundice en el recorte de los gastos y subvenciones, por donde se diluye un volumen de dinero muy considerable, algo que podría abordarse si en algún momento el gobierno de turno decidiera plantearse un presupuesto base cero que daría pie a una profunda revisión de los gastos del Estado.

Fuente: Tendencias del Dinero