Al juez Andreu no se lo ponen fácil

Análisis, 27 de noviembre de 2015

El ovillo se enreda cada día un poco más y lo que parecía un asunto claro de juzgar, una vez que dos peritos del Banco de España determinaron la culpabilidad de los gestores de Bankia en la elaboración de las cuentas de la entidad para respaldar en su momento su salida a Bolsa, empiezan a no serlo tanto en la medida en que comienzan a emerger contradicciones, una de las cuales viene respaldada por el propio supervisor quien, en un documento manejado por El País, contradice la opinión de sus dos peritos y señala que la salida de Bankia a Bolsa se hizo con cuentas adecuadamente formuladas y que cumplían la normativa contable.

Al inédito documento, que viene a respaldar la filosofía del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), parte perjudicada y a su vez propietario de BFA, matriz de Bankia, se une el informe de tres catedráticos de la Universidad Carlos III “contratados” por el expresidente de Bankia, Rato, en el que avalan la gestión de éste en este asunto, se muestran contrarios a las conclusiones de los peritos judiciales designados en su día por el Banco de España y responsabilizan a Deloitte de los posibles errores en las cuentas de salida a Bolsa de la entidad en 2011.

En opinión de los tres docentes, García Lara, Tapia y Zornoza, las cuentas formuladas bajo la presidencia de Rato, que dieron unos beneficios de 309 millones de euros, no debieron ser reformuladas después por su sucesor, Goirigolzarri, cuando esa cifra se tradujo en unas pérdidas de 2.979 millones.

En 2014 Bankia dotó de provisiones extraordinarias, por un total de 312 millones de euros, para hacer frente a la contingencia legal asociada a la salida a bolsa de la entidad, en donde los inversores minoristas invirtieron 1.800M millones. Hace pocas semanas, en la presentación de resultados trimestrales de Bankia, se anunció que existían sentencias desfavorables para la entidad dictadas por los más variopintos jueces por un total de 60 millones y que hay denuncias en curso por valor de 564 millones.

Así las cosas, el problema de calado que se plantea a futuro, gira en torno a la sentencia que debe dictar el juez Andreu de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que, en el caso de ser favorable a Bankia, obligaría a quienes han conseguido sentencias favorables a devolver las cantidades percibidas.

El juez Andreu, miembro de la carrera judicial desde 1986, imputó en julio de 2012 al exvicepresidente de Gobierno y expresidente de Bankia, Rato, junto a cerca de 30 miembros de su Consejo de Administración, por delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida.

Hoy, más de tres años después, el juez Andreu sigue deshojando la margarita y fomentando el disparatado crecimiento de bufetes de abogados que han encontrado, en supuestos damnificados de la banca, un filón que están explotando en toda su profundidad.

Fuente: Tendencias del Dinero